Contundentes. El Ing. Arturo Bignoli y el Dr. Ing. Carlos Alberto Rosito resumieron con esa frase de qué se trata desarrollar una profesión. Dos voces vinculadas por una vocación y un horizonte común.
?Desde un punto de vista introspectivo, una persona siempre tiene que seguir estudiando porque al que no estudia se le atrofia el cerebro?. Con esa frase, el Doctor en física recibido en la Universidad de Essex (Gran Bretaña) e Ingeniero Carlos Alberto Rosito, finalizó su exposición; sin embargo, la génesis de ese teorema abarca la totalidad de su pensamiento. Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y docente desde 1969, el Dr. Rosito planteó su postura frente a la inacción contemplativa que observa en la actualidad.
En apoyo a su tesis, el Ingeniero Civil Arturo Bignoli, maestro de su especialidad en la Argentina, enfatizó lo siguiente: ?(En la vida) existen dos ejes. En uno de ellos deben ubicarse a los conocimientos empíricos y en el otro a los teóricos. En el vértice inferior (de la intersección de esos ejes) está el día en el cual empiezo a cursar la facultad y en el superior el día en el cual me gradúo. En este punto quiero hacer una aclaración: el día en el cual finalizo mis estudios no soy ingeniero sino un graduado?. Y luego agregó: ?Lo que necesito para ser considerado ingeniero es cumplir el siguiente aforismo del Ing. P. S. Blockley, miembro correspondiente inglés de la Academia Nacional de Ingeniería: ?Para saber hay que hacer y para hacer hay que saber??. Conocer la teoría para actuar materialmente y accionar en el mundo sensible para acumular conocimiento intangible. Virtuosismo en su estado más puro.
Es evidente que la separación de los párrafos responde a la necesidad de dividir conceptualmente las posturas, pero los puntos en común son indudables. El pensamiento de ambos fue sintetizado con la contundencia del Dr. Rosito: ?No admito a la gente que piensa cuánto le falta para jubilarse. Eso es muy aburrido?. Cualquier palabra sobra.
La vida es aprendizaje. Y cuando dejamos de aprender dejamos de vivir.