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?La pasión es lo que alimenta la profesión y el entusiasmo por el saber, que es también una forma de placer?
Kinesiólogo y fisiatra, ex Jefe de Rehabilitación de la Fundación Benaím, el Dr. Osvaldo Patiño, es un reconocido profesional en la materia.
Con numerosos trabajos publicados y premios recibidos, es el actual Jefe Honorario del Servicio de Kinesiología del Hospital Italiano.
Formado en escuelas públicas, tuvo como maestro y referente al Dr. Fortunato Benaím, creador en el país de la especialidad médica que se ocupa de los quemados. El Dr. Benaím fue padrino de su tesis doctoral y según el propio Patiño reconoce, le enseñó ?la pasión del conocimiento y la pasión del hacer?.
El Dr. Osvaldo Patiño es especialista en hombros y rodillas, pero fue el tema de las quemaduras su ?leit motiv? profesional porque, según expresa, aprendió mucho a partir del conocimiento profundo de la patología del paciente quemado.
La problemática del hombro, muy ligada a la actividad física, requiere de un diagnóstico preciso, no apresurarse en una intervención quirúrgica y hacer una rehabilitación racional. Y con respecto a la rodilla, el Dr. Patiño repite con certeza que la clave y el objetivo de una rehabilitación debe ser mantener la rodilla del paciente todo el tiempo posible, preservar la estructura original.
Todo esto, manifiesta, debe darse en el marco de la seriedad, la tenacidad y la claridad, conceptos que no abundan en el mundo actual.
La kinesiología es una profesión que ha crecido exponencialmente en los últimos quince años y crecerá aún más porque las expectativas de vida de las personas son mayores. Este es un desafío enorme para la carrera: ganar más conocimiento y profesionales especializados.
Si querés revivir el programa con el Dr. Patiño, mirá el programa donde participó.
?El diagnóstico lo da el paciente cuando uno lo escucha atentamente?
El Dr. Héctor Lanfranchi Tizeira es odontólogo y estomatólogo, profesor de la Universidad de Buenos Aires y miembro del equipo del Depto. de Odontología, Cirugía y Traumatología del Hospital Alemán. Nacido y formado profesionalmente en Córdoba, su padre fue el primer odontólogo de Villa Carlos Paz.
Es uno de los profesionales más destacados a nivel mundial en el tema cáncer bucal y su pasión fue siempre el diagnóstico precoz de la enfermedad.
La estomatología estudia las manifestaciones de las lesiones de la mucosa bucal y es una especialidad cada vez más conocida. El cáncer bucal es mucho más frecuente de lo que se cree, pero es curable si se toma conciencia, se trabaja en la prevención y se diagnostica a tiempo. Estas premisas son difundidas por el Dr. Lanfranchi Tizeira en América Latina , para que los odontólogos realicen el chequeo de la boca, que dura sólo segundos, y observen el borde de la lengua, ya que el 40% del cáncer de boca es cáncer de lengua. También se está trabajando arduamente en la ?inflamación crónica? y en la asepsia bucal.
El Dr. Profesor Lanfranchi Tizeira implementó un Sistema de Diagnóstico a través de Imágenes, un Programa de Prevención a través de la Red, que permite la capacitación de odontólogos de servicios públicos en distintas provincias argentinas. ?No hay que infundir terror -aclara este reconocido profesional-. Lo mejor para no tener miedo es tener conocimiento?.
El alcohol y el tabaco son factores de riesgo para el cáncer bucal. Y con referencia al Virus del Papiloma Humano (HPV), su relación con el cáncer bucal está probada en muchos trabajos científicos. Pero el Dr. Lanfranchi Tezeira expresa: ?lo importante es mantener el equilibrio emocional de tener un vínculo estable. El drama es el enorme nivel de promiscuidad que existe?.
Y demostrando su espíritu humanista y su enorme vocación, nos muestra, quizás, su ?leit motiv?, su forma de atender y vivir su profesión como una pasión: ?La boca es un órgano que expresa todos los cambios emocionales. Cuando uno está con el paciente hay que escucharlo, permitir que exprese lo que siente. La enfermedad es un síntoma. Muchas veces el paciente está enfermo más profundamente, está enfermo del alma. Y lo más fascinante es poder curar a los seres humanos.?
?El país está fabricando la cantidad de médicos que no necesita?
El Dr. Juan Ghirlanda, presidente de la Academia Nacional de Medicina, y la Dra. Daniela González, joven prodigio de la Argentina, dejaron su brillo en el nuevo programa. La medicina de nuestro país y la formación de los profesionales, los ejes de la emisión.
En 1970, Juan Ghirlanda se doctoró en Medicina en la Universidad de Buenos Aires. En 2009, Daniela González obtuvo su título de Doctora. Casi cuatro décadas de diferencia aunadas por una pasión eterna: el amor a una vocación.
Algunas profesiones poseen fronteras inquebrantables que delimitan sus caminos. Algunas profesiones alimentan la esperanza colectiva y aplican anestesias generales a los dolores sociales. Algunas profesiones comprenden que la salud es la unidad que da valor al conjunto de la vida, entienden que preservarla es un derecho indelegable y que recuperarla es una apuesta a una nueva vida.
La medicina argentina se encuentra a la vanguardia. Sin embargo, el Dr. Ghirlanda, presidente de la Academia Nacional de Medicina desde abril de 2010, diagnostica algunos males. ?El gran problema que tenemos en el país es la cantidad de médicos que se forman. Lejos de satisfacer la ambición de muchos, lo que hace es crear muchos frustrados que no tienen la posibilidad de acceder a una fuente de trabajo digna, honorable y lógica. El país está fabricando una cantidad de médicos que no necesita. En algún momento debemos sentarnos a discutir cuál es la cantidad de médicos que tiene y cuál es la que debería tener?. Diestro y contundente.
Cuando tenía apenas tres años aprendió a escribir. Con 10 finalizó sus estudios primarios; a los 14, los secundarios. Con 19 años se licenció en Ciencias Químicas. Ya con 25 se convirtió en Doctora en Medicina. Es la Dra. Daniela González. Es un enorme talento argentino.
Con el Dr. Ghirlanda a la cabeza y la Dra. González como joven sustento, la medicina de nuestro país tiene asegurado su lugar en lo más alto del firmamento mundial. Claro está, aún restan erradicar ciertas anomalías; pero el derrotero de la profesión avanza.
Una nación se nutre con la valentía de los héroes que, silenciosamente y día a día, devuelven la vida a cientos de personas. El alma de cada médico argentino anida en el espíritu de sus pacientes. Como antes, ahora y siempre, ellos viven eternamente en el corazón de nuestros sentidos.
?La docencia es la profesión más idealista?
Docente por más de 50 años. Director por más de 40. Maestro por siempre. Rubén Miranda fue el protagonista de la nueva entrega de La Construcción del Hombre. Su simple vocación alcanza para emocionar.
Cuando se le consulta a una persona por su escuela primaria las respuestas redundan en tiernos recuerdos de la niñez. El color y los dibujos de los pupitres. Alguno más memorioso podrá recordar con exactitud el orden en el que se sentaban todos sus compañeritos. La cartuchera mancillada con tinta y demás útiles. La lapicera-pluma que manchaba todo lo que encontraba a su paso. El manual. El cuaderno de comunicaciones. El boletín. El aroma del aula. El temido director.
Rubén Miranda tiene 75 años. Durante 43 estuvo al frente de la escuela primaria ?Juan Larrea?, del Barrio Norte de la Ciudad de Buenos Aires. Fue director hasta 2008 cuando, por una decisión ajena a su voluntad, debió jubilarse.
Maestro de alma y del alma, Miranda entregó su espíritu al servicio. ?La docencia es la profesión más idealista. Tanto el hombre como la mujer tienen que poner su corazón y empeño, puesto que ser maestro es sinónimo de la palabra espejo o ejemplo. Tenemos que estar preparados tanto intelectual como emocionalmente para poder brindarnos a los chicos?.
Es dueño de un pensamiento que algunos se empeñan en etiquetar como obsoleto.
?Mi táctica siempre ha sido escuchar a los chicos. Se cree que porque son chicos los problemas son menores, pero es exactamente lo contrario?, aseguró con total certeza y acierto.
Miranda impartió disciplina. Aprendió a enseñar. Enseñó a aprender. Y logró que cada recuerdo de la escuela que anida en la mente quienes fueron sus alumnos pueda robarles una sonrisa.
En definitiva, educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las enfrentar la vida. Rubén Miranda lo comprendió a la perfección.
Los maestros están en todas partes.
Lo que se necesitan son personas dispuestas a aprender.
- Wendell Berry
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